martes, 30 de octubre de 2012

Promueve la reforma laboral democracia sindical, pero sin sindicatos


El Correo Ilustrado
Es evidente la importancia que patrones, gobierno y fuerzas aliadas han dado al tema del outsourcing en la reforma laboral, por ser el concepto que mejor expresa los afanes de flexibilización e individualización de la relaciones laborales, lo que supone la eliminación de los sindicatos o la pérdida de su sentido. A esto se suman propuestas de pago por horas, contratos a prueba y capacitación inicial y la simplificación de los despidos. Todo ello precariza el trabajo como eje de la competitividad de nuestro país y para la atracción de inversión extranjera. Garantiza, además, la paz laboral por la vía del exterminio de los derechos individuales y colectivos de asociación, contratación colectiva y huelga.
De aprobarse en sus términos la minuta del Senado, carecerá de sentido cualquier acuerdo legislativo relacionado con la democracia sindical y la transparencia financiera, porque en realidad lo que se pretende con el proyecto de reforma laboral es sentar la bases materiales para la individualización de las relaciones laborales y su retorno al ámbito de la normatividad civil o mercantil.
Se equivocan las centrales que piensen que sus intereses quedan a salvo si impiden la elección de las dirigencias por votación universal y secreta, el aval de los afiliados a los contratos colectivos o la transparencia en el manejo de las cuotas sindicales, pero permiten que avancen reformas referidas al outsourcing, pago por horas, contratos a prueba, inestabilidad laboral, etcétera. Se equivocan cuando es claro que la derecha panista está convencida de la necesidad de la democracia sindical y de la transparencia, pero sin sindicatos.
Luis Bueno, Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical