lunes, 6 de octubre de 2014

Estudiantes en lucha por un futuro digno.

Ana María Aragonés
México está viviendo un muy interesante, nutrido y bien planteado movimiento de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), cuyas reivindicaciones buscan derogar los planes y programas de estudio, que no sólo fueron aprobados sin ningún consenso, sino que disminuyen la calidad y el nivel de la educación superior pública, y que de aplicarse los convertiría en simples técnicos. Hay que recordar que el IPN fue fundado por el general Lázaro Cárdenas (1934-1940), cuyo objetivo era formar profesionistas de alta calidad que respondieran a las necesidades de un proyecto nacional, uno de cuyos acontecimientos destacados fue la nacionalización del petróleo en 1938.
Ese suceso hacía absolutamente imprescindible la formación de profesionistas de alta calidad, entre ingenieros, físicos, químicos, matemáticos, etcétera, para sustituir con éxito la desbandada de extranjeros que trabajaban en la industria petrolera, que auguraban un rotundo fracaso, pues México sería incapaz de renovar al capital humano extranjero. Al mismo tiempo, la idea central del general Cárdenas era permitir que los hijos de los obreros y campesinos pudieran tener acceso a la educación superior, política central para el desarrollo del modelo cardenista, estrategia que, como señala Joseph Stiglitz en su artículo Why inequality matters and what can be done about it, el estímulo educativo puede resultar en una política pública que brinde oportunidades a los más desfavorecidos, permitiendo salir de la pobreza a la población más vulnerable, lo cual, a su vez, permite una redistribución del ingreso, fortaleciendo a la clase media y frenando los excesos de las clases superiores.
En resumen, Lázaro Cárdenas era consciente de que se podía superar el subdesarrollo, y para ello se requería, como planteaban Sunkel y Paz, un proceso deliberado, cuya finalidad última es la igualación de las oportunidades sociales, políticas y económicas, tanto en el plano nacional como en relación con sociedades que poseen patrones más elevados de bienestar material. No es extraño que México, gracias a ese proyecto nacional, haya vivido lo que para algunos autores fue considerado el milagro mexicano.
Claro que el modelo se desgastó, pero la nueva estrategia iniciada en la administración de Miguel de la Madrid (1982-1988) fue poner las primeras piedras del camino hacia el neoliberalismo. Se aceptaron los mandatos del Fondo Monetario Internacional y el gobierno se sometió al Consenso de Washington, cuya finalidad fue abaratarla mano de obra para ganar competitividad internacional a expensas de la clase trabajadora. Así, poco a poco, se iría perdiendo la orientación que Lázaro Cárdenas había dado al IPN, lo que explica que en el Programa de Desarrollo del Instituto Politécnico Nacional 1986-1988 se señala que no sólo el instituto ha cambiado, la sociedad mexicana, transformó también su ser y necesidades, por lo que el papel del IPN de 1986 debe ser cuantitativamente y cualitativamente distinto a 1936. Los ajustes estructurales en el ámbito educativo durante los años 80 se centraron en la reducción del gasto público educativo como porcentaje del PIB, disminución de la tasa de escolarización y de la calidad de la educación, provocando a largo plazo un aumento de las desigualdades educativas y sociales, de acuerdo con Xavier Bonal en su artículo titulado Globalización y política educativa: un análisis crítico de la agenda del Banco Mundial para América Latina.
Los movimientos estudiantiles en el IPN no se hicieron esperar. En 1987 exigían la salida de grupos porriles de la institución y un incremento en el gasto público en educación, movimientos que continuaron en defensa de la educación en 1992, 2000, 2002 y 2012, siempre exigiendo a las autoridades mayores recursos públicos para la enseñanza. Por tanto, no es de extrañar que en 2014, de nuevo, una de las peticiones haga referencia a incrementar en 2 por ciento del PIB en gasto en educación, pero lo que resulta más importante es la exigencia de la revocación del nuevo reglamento impuesto por la directora Yoloxóchitl Bustamante, debido a que se eliminan asignaturas elementales para las ingenierías, lo que provocaría una menor calidad en su educación, al grado que incluso sus títulos académicos de licenciados o ingenieros ahora serán de técnicos superiores, de acuerdo con lo declarado por los jóvenes.
Estos movimientos estudiantiles nos permiten comprender con total claridad que las reformas estructurales llevadas a cabo por el gobierno de Enrique Peña Nieto son estrategias que profundizan el neoliberalismo, y con ello los gravísimos problemas no resueltos, como la pobreza endémica de una parte sustancial de la población mexicana. Como he señalado en colaboraciones anteriores, las grandes potencias económicas se ven favorecidas con los flujos de trabajadores migrantes altamente calificados que se ven forzados a irse por falta de infraestructura científica y tecnológica; precisamente, eso es lo que los politécnicos quieren evitar. Demandan consolidar un proyecto que favorezca un desarrollo tecnológico endógeno, que forme a los profesionistas necesarios para esas tareas.
De no atender sus reivindicaciones, se seguirá condenando a México a asumir el papel de simple maquilador de las innovaciones que los países centrales crean y de aportador de mano de obra barata al proceso productivo internacional.
Los estudiantes lo tienen claro.
amaragones@gmail.com

sábado, 4 de octubre de 2014

La Secretarìa de Trabajo entrega Toma de Nota a la Mitad del Comite Central al Secretario General, Martìn Esparza Flores.


México, Disitrito Federal, 01 de Octubre de 2014
El 01 de Octubre de 2014 se entregó la toma de nota del medio Comité Central a nuestro C. Martín Esparza Flores, Secretario General del SME, de manos del Secretario de Trabajo, Alfonso Navarrete Prida.
Esta es muestra de quién es el verdadero Representante legal de Sindicato Mexicano de Electricistas. Nosotros los Electricistas bien nacidos decimos que ha llegado la hora de la verdadera unidad, esa que no se dice en el discurso para que le aplaudan mientras se dice que no saben del contrato colectivo, ha llegado la hora, camaradas, de unificarnos.
Lo que sigue es el regreso al Trabajo, no perdamos tiempo escuchando falsos mesías la meta es clara, es regresar a trabajar, esta es la recta más difícil, la final, pero con la verdadera unidad.
¡¡¡Lo lograremos!!!!
¡¡¡Que viva el Sindicato Mexicano de Electricistas.!!!

!2 de Octubre no se olvida, es de lucha combativa!. Conmemoraciòn de la Matanza del 2 de Octubrede 1968.

México, Disitrito Federal, 02 de Octubre de 2014

Lo que ocurrió el 2 de Octubre de 1968 debe permanecer en la memoria de cada mexicano.
Miles de jóvenes estudiantes, amas de casa, trabajadores y niños en compañía de sus padres, se unieron a la movilización conmemorativa del 2 de Octubre. En el caso del SME, cientos de trabajadores salimos en marcha desde Antonio Caso 45 en punto de las 3:30 de la tarde para respaldar el enorme contingente que salió desde la trístemente célebre Plaza de las Tres Culturas, donde en el año de 1968 se vivió uno de los episodios más sangrientos de nuestro país. Innumerables vidas inocentes se perdieron en esa explanada a manos de un ejército que disparó sus armas contra el pueblo al que supuestamente protege. Y desde aquella fatídica fecha, año con año, el pueblo de México recuerda y conmemora a los caídos.
Este 2014 no fue la excepción, poco a poco el enorme contingente avanzó, y a pesar de la lluvia, el sentimiento combativo no cesó, al contrario, a la voz de la consigna "NI LA LLUVIA NI EL VIENTO DETENDRÁN EL MOVIMIENTO" avanzamos sin tituveo alguno.
El Zócalo Capitalino fue testigo una vez más de una imponente concentración de Mexicanos dignos que recordaron la cobarde represión en contra de estudiantes que luchaban por un México más justo, más digno.
El mitin central tuvo importantes participantes, se expusieron la mayoría de problemáticas que existen ahora en nuestro país, faltas a los derechos humanos, matanzas, presos políticos, estudiantes muertos y desaparecidos, entre otras problemáticas que se expusieron con detalle; los jóvenes anarquistas, los combatientes compañeros de Atenco, estuvieron presentes y se hicieron escuchar.
Nuestro compañero Secretario General, Martín Esparza Flores, cerró el mitin con un emotivo discurso que recordó a los compañeros mártires del 68, hizo especial mención de nuestro compañero Raúl Álvarez Garín, recientemente acaecido, quien dejó un legado de lucha combatividad, él estaba presente entre nosotros. También resaltó los problemas que enmarcan la realidad mexicana del presente.
Finalmente los presentes pudimos escuchar un breve concierto de música elaborada por manos netamente MEXICANAS. .
GB - HIPV

Iguala; Datos de contexto.

Pedro Miguel
A principios de junio del año pasado fueron asesinados en Iguala tres activistas que habían sido secuestrados días antes: Arturo Hernández Cardona, Félix Rafael Bandera Román y Ángel Román Ramírez pertenecían al PRD –que gobierna en la entidad y en el municipio– y a una corriente local llamada Frente de Unidad Popular (FUP) y habían organizado diversas protestas en contra del presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez. Tras la muerte de los activistas, la viuda de uno de ellos señaló al alcalde como responsable intelectual de los crímenes y simpatizantes de las víctimas tomaron el palacio municipal. Abarca Velázquez fue investigado y exonerado por la procuraduría estatal, aunque unos días más tarde la policía municipal fue relevada de sus funciones por la estatal y sometida a exámenes de confianza. (http://is.gd/YSf28k ) (http://is.gd/QIeg9f ) (http://is.gd/SG7w5q) (http://is.gd/tdCIYX ).
Quince meses más tarde, dos decenas de efectivos de esa misma corporación policial municipal, apoyados por pistoleros no identificados, enloquecieron y de repente, todos al mismo tiempo y en distintos puntos de la ciudad, empezaron a disparar contra estudiantes, automovilistas, transeúntes y hasta un autobús de futbolistas (algunas versiones dicen que esa última agresión tuvo sus propias causas y responsables distintos): seis muertos, 17 heridos y 58 desaparecidos.
Algo así ocurrió en Iguala el pasado fin de semana, de acuerdo con el enfoque de la reacción oficial, que ha consistido, hasta ahora, en delimitar la responsabilidad a los agentes municipales y a los pistoleros que los habrían apoyado en su misión asesina. Si hubo policías federales y estatales en la agresión, como sostuvieron en su versión inicial los normalistas de Ayotzinapa –principal objetivo del ataque–, las autoridades han puesto en manos de elementos de esas dos corporaciones asumir la seguridad y a capturar a 22 de los municipales, ahora presos en Acapulco.
Un primer misterio es que los policías no enloquecen en grupo y de súbito; en cambio, suelen obedecer, y con mayor disciplina que otros trabajadores, las órdenes de sus superiores jerárquicos. En este caso el superior jerárico es el alcalde Abarca Velázquez, aunque él sostiene que no sabe nada de nada, porque cuando sucedió la masacre se encontraba bailando en una fiesta y que ya luego las autoridades estatales se hicieron cargo.
Otro asunto problemático es que la masacre tuvo lugar en Guerrero, una entidad gobernada por Ángel Aguirre Rivero, cuyas tendencias represivas son harto conocidas y padecidas por miles de guerrerenses, y a quien se le conoce una abierta inquina en contra de los chavos de la Normal de Ayotzinapa. Además, los hechos ocurrieron en un país gobernado por Enrique Peña Nieto, represor confeso y orgulloso desde mayo de 2006.
Los sucesos de Iguala ocurren con el telón de fondo de las revelaciones sobre la masacre de Tlatlaya, estado de México, donde según la versión oficial tuvo lugar un enfrentamiento entre militares y 22 secuestradores que murieron en combate y que, a juzgar por los indicios difundidos recientemente, habrían sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales.
Otros elementos de contexto importantes o simbólicos: los normalistas fueron agredidos cuando buscaban la manera de hacerse de medios de transporte para asistir a la marcha conmemorativa del próximo 2 de Octubre, es decir, a 46 años de ocurrida la administración masiva de penas de muerte extrajudiciales por el gobierno priísta de Gustavo Díaz Ordaz contra manifestantes pacíficos; horas después de la muerte de Raúl Álvarez Garín, uno de los dirigentes históricos de aquel movimiento estudiantil; cuando uno de los colectivos que protagonizaron esa gesta, los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, emprenden nuevas movilizaciones en defensa de la educación superior gratuita y de calidad, y cuando la rebelión de las derechas en contra del general Lázaro Cárdenas ha triunfado por fin y el espíritu de Saturnino Cedillo se cobra, encarnado en Peña Nieto, la revancha final de la propiedad privada sobre los bienes nacionales y colectivos.
Así vistas las cosas, pareciera que la historia es circular y que estamos de vuelta al diazordacismo (o, peor, al porfirismo). Pero no: vivimos en un país muy distinto y las actuales barbaries de Estado tienen significaciones distintas que las del pasado (aquí y en China, literalmente, porque no es lo mismo Tian-anmen que las protestas reprimidas ayer en Hong Kong) y por más que el régimen oligárquico pretenda echar mano de una violencia similar a la que desplegaba el priísmo del periodo clásico, la sociedad agraviada contra la cual se dirige ya no es la misma de antaño. Para bien y para mal ha evolucionado y hoy está mucho menos inerme.
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miércoles, 1 de octubre de 2014

Ayotzinapa y la matanza de Iguala.

Luis Hernández Navarro
La policía preventiva municipal de Iguala los cazó como conejos. A pesar de ser estudiantes, los trataron como si pertenecieran a un cártel rival. A los 80 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, que el pasado 26 de septiembre en Iguala organizaron una colecta de recursos para financiar su asistencia a la marcha conmemorativa de la masacre del 2 de octubre de 1968 en la ciudad de México, los balearon a mansalva. Primero los uniformados, y luego los pistoleros vestidos de civil, les dispararon intermitentemente sin advertencia alguna. A Julio César Fuentes Mondragón, uno de los normalistas, lo torturaron, le arrancaron los ojos y le desollaron el rostro.
El saldo es trágico. En cuatro eventos violentos relacionados entre sí, protagonizados por policías municipales y pistoleros, fueron asesinadas seis personas, tres de ellas normalistas; 20 resultaron heridas, un muchacho está en estado vegetativo y se desconoce el paradero de otros 55, de los cuales al menos 20, fueron subidos a camionetas de la policía municipal.
En un primer momento, los uniformados les dispararon mientras los normalistas se trasportaban a bordo de tres autobuses de la empresa Costa Line. Después, un grupo de pistoleros los rafagueó cuando daban una conferencia de prensa para denunciar el ataque en su contra. Más adelante, en lo que el periodista Sergio Ocampo describió como una agresión hacia todo aquel que pareciera estudiante, balacearon el camión en el que se trasladaban los jugadores del equipo de futbol Avispones.
Ese 26 de septiembre, la presidenta del DIF en Iguala, María de los Ángeles Pineda de Abarca, rindió su informe de actividades. Además de ser la esposa del presidente municipal José Luis Abarca Velázquez, es una de las principales aspirantes a la alcaldía para 2015, y una figura de enorme influencia política.
José Luis Abarca Velázquez pasó de ser un humilde vendedor de sombreros a joyero, dueño de la plaza comercial Galería Tamarindos y un acaudalado comerciante. Su fortuna le permitió sufragar en 2011 una costosa campaña electoral en favor del hoy gobernador Ángel Aguirre Rivero y, un año después, financiar la suya propia, repartiendo generosamente despensas a sus simpatizantes.
Abarca conquistó la candidatura de la alcaldía a golpes de chequera. Después de un efímero jaloneo interno, el Partido de la Revolución Democrática no tuvo empacho alguno en incorporarlo a sus listas, a pesar de su reputación como amigo de algunos de los más importantes malosos de la región. De inmediato se sumó a las filas de Nueva Izquierda.